El Colectivo de Monitoreo de la Frontera Sur identificó una disminución significativa de personas en tránsito por el corredor costa, esto como un efecto de la estrategia de contención y deportación del gobierno de Estados Unidos.
Las organizaciones integrantes del Colectivo ubican efectos en la región derivada de la “violenta estrategia” de contención.
La región sur experimenta los efectos de la violenta estrategia de contención y deportación del gobierno de los EE.UU. Por ejemplo, en Tuxtla Gutiérrez se realiza desalojos en espacios públicos en los que solían concentrarse personas y familias migrantes.
En su informe, puntualizó que aunque hay menos personas solicitantes, los tiempos de espera para iniciar trámites de asilo son excesivamente largos. Hay demoras desde el inicio del procedimiento y muchas personas no reciben notificaciones vía correo electrónico.
Las principales nacionalidades que están buscando asilo son Honduras y Venezuela, aunque hay aumentos significativos de personas originarias de Cuba y de países de origen africano cuyos procesos son rechazados por desconocimiento de sus contextos.
El colectivo también denunció la falta de traductores lo que retrasa las entrevistas para personas no hispanohablantes. Además, ante la imposibilidad de acceder a una regular estancia, algunas personas, sobre todo venezolanas desean retornar a sus países: “aunque decidan volver de forma voluntaria y cubriendo su transporte, la falta de pasaporte le impide gestionar su repatriación”.
En los monitoreos de observación realizados a las afueras de la Estación Migratoria en Tuxtla Gutiérrez se detecta menor afluencia de personas.
“La INM afirma no realizar detenciones, pero tampoco brinda información y/o soluciones a quienes buscan regresar”, explicó.
