Bajo la sombra de un desastre anunciado, viven más de diez familias del barrio San Martín, en Cintalapa. Con las lluvias a la vuelta de la esquina, seis viviendas enclavadas a las faldas de un cerro, podrían quedar sepultadas si las autoridades no actúan de inmediato.
Alzan la voz
Se alzó la voz para denunciar la negligencia institucional que mantiene en riesgo a esta comunidad vulnerable. Pese a que Protección Civil emitió protocolos de riesgo tras un derrumbe parcial durante las lluvias recientes, ninguna obra de contención se ha ejecutado.
Abraham Alexis Hidalgo, portavoz de los colonos, señala con frustración que “las autoridades no realizan los trabajos para evitar una desgracia que pueda cobrar vidas”. El miedo crece al recordar que justo arriba del cerro inestable pasa una avenida principal y hay más viviendas, lo que amplificaría la tragedia.
Los residentes, en su mayoría de escasos recursos, carecen de medios para construir barreras protectoras. Su único patrimonio, adquirido “a base de años de trabajo”, pende de un hilo.
No quieren perder su viviendas
“No queremos perder lo poco que tenemos”, insiste Hidalgo, quien reclama al presidente municipal, Ernesto Cruz Díaz “que acuda a este llamado antes que llueva y que solamente quede lamentarnos”.
Aunque el termómetro marque calor, la temporada de lluvias es inminente. Los vecinos saben que sin un muro de contención o una barrera el próximo aguacero podría arrasar sus hogares.
